Después de tanto tiempo sin escribir nos hemos saltado la salida de Brasil y le estancia de Colombia, ya más de dos meses. La última etapa muy diferente a las anteriores puesto que ha sido un viaje muy familiar.
Después de remontar el rio por el amazonas en condiciones austeras, pasar enfermos unos días decidimos coger desde Manaus un avión directamente a Bogotá . Estabamos agotados y no soportaríamos 5 días más de barco y remontar desde Amazonas hasta Bogotá.
En Bogotá hemos pasado poco más de un mes hemos disfrutado de la ciudad, descansado, visitando amigos e intentando conseguir algún trabajo extra para pasar más tiempo en el país. Por mi parte he podido concretar algún trabajo de fotografía pero para Matt es más dificil.
Después de Bogotá hemos ido hacia Popayán donde se encuentran mis abuelos y se reunen cada año para celebrar la semana Santa en esta ciudad famosa por sus procesiones. La presentación en familia fue un acontecimiento y todos estuvieron fascinados por el chico Francés. Tanto es así que mis tios han querido llevarnos en coche hasta nuestro siguiente destino San Agustín, una reserva natural y parque arqueológico donde están los restos de una civilización primitiva, misteriosa y que poco se sabe de ella. Hemos podido disfrutar de un camino por paisajes de montañas verdes, páramos con cascadas y pueblecitos perdidos de la civilización.
San Agustín es un lugar mágico como para perderse por días, en medio de una naturaleza grandiosa están esas estatuas talladas en piedra con una estética y perfección inimaginables repletas de simbolismo. Estuvimos allí cinco días en unas cabañas de un francés que se enamoró del lugar y de una colombiana y se quedó viviendo allí. Visitamos el parque y los alrededores, un día fuimos a caballo pero nos llovió todo el día pero fue una excursión inolvidable.
Después de San Agustín partimos a Cali para ver a más familia y poder presentársela a Matt. Han sido días de visitas a familiares y compartir con ellos. Inesperadamente han mostrado interés por entrevistar a Matt pero en Francia y como estamos en el fin ya que se acaba el dinero y tenemos que volver a nuestras vidas normales y estables. Hemos tenido que decidir separarnos para él ir a Francia y yo esperar un mes más aquí haciendo los trabajos que surjan así doy tiempo y espacio`para que Matt prepare el terreno a mi vuelta.
Durante 6 meses exactos hemos estado unidos compartiendo vivencias en 5 paises, el separarnos ha producido en mi mucha nostalgia y una sensación de que me falta una parte de mi. Ha sido una experiencia que nos ha dado muchas enseñanzas y alegrías. Pero todo se acaba para que comience otra cosa, una nueva etapa quizás una nueva vida en Francia... Lo que si tenemos claro es que queremos repetir de nuevo algún día y descubrir lugares nuevos del mundo y de nuestro corazón.
Después de remontar el rio por el amazonas en condiciones austeras, pasar enfermos unos días decidimos coger desde Manaus un avión directamente a Bogotá . Estabamos agotados y no soportaríamos 5 días más de barco y remontar desde Amazonas hasta Bogotá.
En Bogotá hemos pasado poco más de un mes hemos disfrutado de la ciudad, descansado, visitando amigos e intentando conseguir algún trabajo extra para pasar más tiempo en el país. Por mi parte he podido concretar algún trabajo de fotografía pero para Matt es más dificil.
Después de Bogotá hemos ido hacia Popayán donde se encuentran mis abuelos y se reunen cada año para celebrar la semana Santa en esta ciudad famosa por sus procesiones. La presentación en familia fue un acontecimiento y todos estuvieron fascinados por el chico Francés. Tanto es así que mis tios han querido llevarnos en coche hasta nuestro siguiente destino San Agustín, una reserva natural y parque arqueológico donde están los restos de una civilización primitiva, misteriosa y que poco se sabe de ella. Hemos podido disfrutar de un camino por paisajes de montañas verdes, páramos con cascadas y pueblecitos perdidos de la civilización.
San Agustín es un lugar mágico como para perderse por días, en medio de una naturaleza grandiosa están esas estatuas talladas en piedra con una estética y perfección inimaginables repletas de simbolismo. Estuvimos allí cinco días en unas cabañas de un francés que se enamoró del lugar y de una colombiana y se quedó viviendo allí. Visitamos el parque y los alrededores, un día fuimos a caballo pero nos llovió todo el día pero fue una excursión inolvidable.
Después de San Agustín partimos a Cali para ver a más familia y poder presentársela a Matt. Han sido días de visitas a familiares y compartir con ellos. Inesperadamente han mostrado interés por entrevistar a Matt pero en Francia y como estamos en el fin ya que se acaba el dinero y tenemos que volver a nuestras vidas normales y estables. Hemos tenido que decidir separarnos para él ir a Francia y yo esperar un mes más aquí haciendo los trabajos que surjan así doy tiempo y espacio`para que Matt prepare el terreno a mi vuelta.
Durante 6 meses exactos hemos estado unidos compartiendo vivencias en 5 paises, el separarnos ha producido en mi mucha nostalgia y una sensación de que me falta una parte de mi. Ha sido una experiencia que nos ha dado muchas enseñanzas y alegrías. Pero todo se acaba para que comience otra cosa, una nueva etapa quizás una nueva vida en Francia... Lo que si tenemos claro es que queremos repetir de nuevo algún día y descubrir lugares nuevos del mundo y de nuestro corazón.